
DOS FRÍOS – DOS NIEVES
Desde el décimo piso, descalzo…pisaba sobre el cálido suelo de loza radiante.
Afuera nevaba y mr. Winner se quedó largo rato observando como se moteaban de perlas blancas las montañas lejanas.
Suspiró y pensó:
-“¡Gracias Dios mío por regalarme esta nevada!”-
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Sus manos ajadas, más oscuras por la mugre que por su raza, apretaban con fuerza el bastón para sostenerse del dolor.
El colectivo no aparecía y el frío le calaba los huesos, el estómago había empezado con la murga del hambre...
Comenzó a nevar. ¡Juan no daba más! y del fondo de alguna parte le salió:
-“¡Me cago en esta nevada de mierrrrrda!”-
Graciela Martellotto